martes, 9 de noviembre de 2010

Cuento II: Dos huevos fritos



      Un joven aldeano fue a la ciudad en busca de trabajo. Al llegar entró en una posada y pidió de comer. El posadero le sirvió dos huevos fritos.
      Pero preocupado por encontrar trabajo, se fue al terminar y no pagó la comida.
      Habían pasado unos meses cuando el aldeano se acordó de que no había pagado y volvió a la posada. Quería saldar su cuenta.
- Ahora – le dijo le dijo al posadero después de explicarle todo – dígame lo que le debo por aquellos huevos fritos.
      El posadero que no estaba acostumbrado a tanta honradez, pensó que aquel joven era tonto y le dijo:
- El caso es que esos huevos fritos serían dos hermosos pollos, asique me debes mil pesetas.
      No estaba de acuerdo el joven, y fueron al juez. El posadero iba muy acalorado.
- ¿Por qué viene usted tan acalorado? – Preguntó el juez al posadero
- Es que ¡vengo de cocer judías para plantarlas! – Y dijo “plantarlas” en lugar de decir “hervirlas”.
- De judías hervidas no saldrá nada, aunque se planten – dijo el juez – lo mismo que de dos huevos fritos no pueden salir dos pollos.
      Y el posadero acabó burlado por su avaricia. ¡Y encima pagó los gastos del juicio!


      honradez VS codicia.  ¿pobres VS ricos?

3 comentarios:

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  2. No borren los mensajes porque entonses para que los envian

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  3. Osea no me parese que borren los mensajes boy hacer que eliminen esta pajina y no dejare que saquen ninguna pajina mas ok 😡😡😡😡😡😡ya lo saben

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